Céntrate en el reconocmiento a empleados
Instaura un hábito que funcione
Haz del reconocimiento un hábito que funciona
Crea el hábito en el equipo. El reconocimiento espontáneo es bueno, pero es difícil controlar que se lleve a cabo de la forma correcta.
Anima a tus personas a compartir mensajes de reconocimiento
Aprovecha la oportunidad para animarles a intercambiar feedback y a reconocer el buen trabajo y logros de sus compañeros mediante aplausos.
Crea un proceso gamificado y divertido
Invita a tus personas a participar en un proceso de reconocimiento potente mediante aplausos, al mismo tiempo que les animas a enviarlos a sus compañeros cada semana.
Asegúrate de que todos se sienten involucrados
Crea conexión en el equipo, aún trabajando en remoto
No permitas que tus personas se sientan excluidas
Asegúrate de que haya al menos un momento de conexión y que se produzca de forma positiva. Fomenta la participación mediante el envío de mensajes automáticos.
Asegúrate de que el trabajo de todos es reconocido
Analiza datos anonimizados para hacer seguimiento del nivel de participación. Asegúrate de que todos reciben aplausos, sin ser intrusivo y siempre preservando su anonimato.
Anima a tus personas y mantén al equipo conectado en tiempos difíciles
Propicia que los empleados empiecen la semana con las pilas cargadas. Envía los aplausos de forma automática los lunes.
Hazlo bien
Evita errores con métodos que ya funcionan
Fomenta la participación con un proceso ligero
Las personas están ocupadas. No confíes en las reuniones para generar estos momentos de reconocimiento. Con un proceso ligero, como son los aplausos, tus personas pueden enviar sus mensajes de reconocimiento cuando mejor les venga.
Protege su privacidad para evitar efectos colaterales
Para lograr un reconocimiento más puro y evitar la manipulación inconsciente de los mensajes por si fuesen vistos por todo el mundo, anima a tus personas a reconocer los logros de sus compañeros en privado a través de los aplausos.
No muestres rankings públicos o des recompensas
Evita las comparaciones entre personas. Cuando un proceso de reconocimiento funciona, nunca se convierte en una competición.