¿Te has enfrentado a empleados que son unas superestrellas en su trabajo pero cuando intentas reconocerlos por todo eso que hacen bien, parece que no lo creyeran? O tal vez has escuchado la presentación de un miembro del equipo que se expresa de forma tan natural y fluida que no te queda duda que es un experto en el tema. Sin embargo, cuando intentas darle feedback positivo, en vez de darte las gracias, te hace mil preguntas sobre su desempeño. Seguramente estas reacciones te hacen pensar que estás hablando con una persona insegura y ni te imaginas que puede padecer de algo llamado el síndrome del impostor.

Qué es el síndrome del impostor y cómo afecta a tu empresa

El síndrome del impostor, también conocido como síndrome del fraude, es un trastorno psicológico en el cual las personas exitosas no son capaces de aceptar sus logros. Muchos expertos en el tema lo describen como una sensación de “nunca estar a la altura” o “no ser lo suficientemente bueno”.

Al contrario de lo que se suele pensar, el síndrome del impostor no tiene nada que ver con baja autoestima o inseguridades. Muchos investigadores y psicólogos lo relacionan con ser muy perfeccionistas y duros consigo mismos.

Cada vez es más común padecer del síndrome del impostor en diferentes etapas de la vida.  En especial en entornos muy competitivos como lo es el mundo laboral. De acuerdo a la BBC, algunos estudios sugieren que hasta el 70% de las personas han experimentado el síndrome del impostor en el trabajo en algún momento. 

Los empleados que viven con el síndrome del impostor sienten que necesitan trabajar en exceso para lograr cumplir con las expectativas esperadas. ¿Cuál puede ser la consecuencia de esto? Una famosa enfermedad conocida como burnout laboral, la cual cuando no es identificada a tiempo, es probable que termine en renuncia.

El síndrome del impostor también afecta el desempeño laboral de los empleados, haciéndolo inferior al de sus compañeros. A pesar de que estas personas hayan alcanzado grandes logros y tengan muy buenas habilidades, tienden a concentrarse excesivamente en cada detalle. Suelen ser extremadamente perfeccionistas, haciendo que inviertan tiempo valioso en tareas innecesarias. Todo por el miedo al fracaso. 

Resumiendo un poco las ideas anteriores, padecer del síndrome del impostor lleva a:

  • Disminuir el desempeño laboral del empleado.
  • Incrementar el burnout laboral. 
  • Con el tiempo, a la renuncia del puesto de trabajo.

Por ello, como responsables del departamento de recursos humanos debemos estar alerta y buscar los síntomas que estas personas pueden manifestar.

Una persona con el síndrome del impostor renunciando

Los 5 tipos del síndrome del impostor y cómo RRHH puede identificarlos

Seguramente muchos de vosotros os preguntaréis, ¿cómo puedo identificar si uno de los empleados padece el síndrome del impostor? Sin duda alguna no será una tarea fácil, pero conocer sobre los 5 tipos que existen te ayudará a lograrlo.

1. El perfeccionista

Como mencionamos al principio del artículo, el perfeccionismo y el síndrome del impostor van de la mano. Las personas con este perfil tienden a trazarse metas muy ambiciosas. Al alcanzarlas en vez de estar orgullosos de sí mismos, su reacción es “pude haberlo hecho mejor”. Este pensamiento los lleva a creer que tienen que trabajar más de la cuenta, para sentirse realizados.

Si percibes que un empleado se comporta así, puedes hacerles estas preguntas:

  • ¿Qué te hace pensar que pudiste haber hecho mejor tu trabajo?
  • ¿Por qué no te apoyaste en tu equipo para desarrollar el proyecto? 
  • ¿Sientes la necesidad de revisar minuciosamente todos los proyectos a entregar?
  • ¿Sientes que tu manager y la empresa exigen estándares de calidad muy difíciles de alcanzar?

Existen algunas buenas prácticas y estrategias que puedes hacer para ayudar a estos empleados, pero hablaremos de ellas más adelante.

2. El experto

Por su parte, los expertos sienten que no son empleados honestos y piensan que en cualquier momento van a ser descubiertos. Creen que no dominan el trabajo para el cual fueron contratados. Sienten que sus conocimientos y habilidades no son lo suficientemente buenas para cumplir con los objetivos y expectativas de la dirección.

Estos son algunas preguntas que puedes hacer a los expertos:

  • ¿Crees que tus habilidades y conocimientos no son suficientes para alcanzar el éxito en tu trabajo?
  • Este pensamiento, ¿te lleva a buscar cursos y capacitaciones para probarte a ti y a los demás que dominas un tema?
  • ¿Te molesta cuando alguien parece dominar un tema mejor que tú?

3. El superhéroe

Al igual que los perfeccionistas, los superhéroes sienten que deben trabajar y trabajar sin parar. Es su forma para “acabar” con sus inseguridades. Con el tiempo esto perjudica su salud mental y relación con sus compañeros. Gracias a este comportamiento es muy probable que las señales del burnout comiencen a aparecer.

Cuando te topes con empleados que puedan tener este perfil, preguntales:

  • ¿Sientes que debes trabajar en exceso para impresionar a todos en el equipo?
  • ¿Te genera ansiedad y estrés cuando las personas en tu equipo no están dispuestas a trabajar horas extra al igual que tu?
  • ¿Piensas que las pausas y días de descanso laboral no son necesarios?
Persona sufriendo del síndrome del impostor en el trabajo

4. El individualista

Tal y como su nombre indica, los individualistas son empleados que prefieren trabajar por sí solos. No les gusta pedir ayuda o trabajar en equipo por temor a que los demás se den cuenta de sus debilidades. Este tipo de comportamiento, además de llevarlos al exceso de trabajo, también afecta sus relaciones laborales. Comenzarán a evitar a sus compañeros y a no sentirse como parte del equipo. 

Para identificar a un individualista, pregúntale: 

  • ¿Crees que al trabajar solo obtendrás mejores resultados?
  • ¿Te da miedo o vergüenza pedir ayuda? ¿Crees que al hacerlo pensarán que eres incapaz de algo? 
  • ¿Te avergüenza aceptar tus debilidades ante tu manager o compañeros de trabajo?

5. El genio

Los genios son esos empleados que creen que todo debe salirles a la perfección al primer intento. Para ellos el éxito es proporcional a sus habilidades y no al esfuerzo invertido. Es más, los genios creen que el trabajo duro está relacionado con falta de experiencia y destrezas. 

Cuando desarrollan un proyecto les requiere una inversión de tiempo y esfuerzo considerable, piensan que no son lo suficientemente buenos y dejan que la frustración se apodere de ellos. 

Algunas preguntas que puedes hacer para identificar a los genios son:

  • ¿Estás acostumbrado a sobresalir ante los demás sin mucho esfuerzo?
  • ¿Ves las dificultades en un proyecto como barreras que te impiden avanzar, pues te frustran y no sabes cómo superarlas? 
  • ¿Crees que al no tener una respuesta instantánea a un problema, nunca vas a encontrar la solución?

Combate el síndrome del impostor con estos 10 métodos

Después de hablar sobre cómo identificar los diferentes perfiles del síndrome de impostor, es momento de profundizar en buenas prácticas para combatirlo. Ten en cuenta que si bien estas iniciativas deben surgir desde recursos humanos, necesitarás ayuda de los managers para lograr que el resto del equipo las acoja en su día a día.

1. Establece objetivos claros y realiza un seguimiento adecuado

Asegúrate de que los empleados entiendan cuales son las expectativas esperadas. Los objetivos también deben ser claros para ellos.

Te aconsejamos definir objetivos SMART junto con cada miembro del equipo. Además de ayudarlos a mejorar su desempeño laboral y aumentar su motivación, es una forma de acabar con el síndrome del impostor. Al definir junto a los empleados lo que se espera de ellos, no hay espacio para suposiciones que los obliguen a exigirse más de la cuenta. Además, como los objetivos SMART deben ser temporales y realistas, saben cuánto tiempo tienen para alcanzarlos.

Una vez trazados estos objetivos, debes crear un plan de seguimiento adecuado. Busca la forma de tener comunicación constante con los empleados. Aprovecha para ofrecer tu ayuda o recursos adicionales que los ayuden a tener un mejor desempeño. Puedes hacerlo a través de reuniones 1:1 mensuales.

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2. Construye una cultura basada en recibir y dar feedback

Otra buena práctica para combatir el síndrome del impostor es construir una cultura de feedback. Al permitir conocer mucho mejor a los empleados, es una forma de identificar sus necesidades o problemas ágilmente. Gracias a todo el feedback recogido del equipo será más fácil para RHHH y managers reconocer alguno de los tipos del síndrome del impostor entre los empleados.

Cuando el feedback es un hábito, también facilita la interacción entre compañeros. Estarán más abiertos a compartir ideas entre sí sobre proyectos que estén desarrollando y se darán cuenta de lo beneficioso que es el trabajo en equipo. Los “impostores” individualistas dejarán de ver sus debilidades como algo malo, y se darán cuenta cómo pueden complementarse con sus compañeros para obtener mejores resultados. 

El feedback también ayuda a acabar con el síndrome del impostor, pues cuando el feedback es constructivo lleva a la mejora continua. Los empleados dejarán de recibir estos consejos como críticas, y verán lo útil que es recibir y dar consejos para impulsar el desempeño laboral de todos.

La verdad es que podríamos seguir hablando de cómo el feedback trae un sin fin de beneficios a la empresa. Como no queremos desviarnos del tema, te dejamos una guía para que logres hacer del feedback un hábito en tu empresa.

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3. Crea un plan de reconocimiento laboral

También puedes acabar con el síndrome del impostor instaurando un plan de reconocimiento laboral. ¿Qué mejor forma de sembrar confianza en el equipo que fomenta reconocer los buenos logros de los demás? Recibir feedback positivo con mayor frecuencia ayudará a que los impostores se den cuenta que realmente son exitosos.

Un consejo que te puede ayudar a volver el reconocimiento laboral un hábito es gamificar el proceso. Existen algunas herramientas de recursos humanos que te ayudan hacerlo y Nailted es una de ellas. Te permite crear bucles de reconocimiento entre empleados de una forma divertida y sencilla. Todos los viernes cada empleado recibe 100 aplausos para enviar mensajes de feedback positivo a sus compañeros por algo bueno que hayan hecho. Los lunes todos reciben esos mensajes, dándoles el impulso perfecto para comenzar la semana con la mejor actitud. 

Bucles de conocimiento para acabar con el sindrome del impostor

4. Busca que la comunicación interna en la empresa sea abierta y fluida

Un factor esencial para que los tres métodos que acabamos de mencionar funcionen es una buena comunicación interna.

  • Para hacer un seguimiento adecuado del desarrollo de objetivos de un empleado, es necesario que él y su manager se comuniquen constantemente. 
  • El feedback sólo puede volverse un hábito sí todos en la empresa tienen los canales de comunicación adecuados para darlo. Estos deben ser fáciles de usar. 
  • Lo mismo pasa con el reconocimiento laboral. Si los empleados no tienen las herramientas o el espacio para dar feedback positivo, simplemente optarán por no hacerlo. 

Es por ello que es necesario instaurar canales de comunicación interna adecuados para acabar con el síndrome del impostor. Es un método que funciona para estar en contacto permanente con el equipo, conocer sus necesidades e identificar fortalezas y debilidades. Es así como podrás diseñar estrategias de engagement que funcionen. 

Te aconsejamos:

  • Usar herramientas como Slack para mantener una comunicación fluida y constante entre todos en el equipo. Este es un top 10 de software que pueden ayudarte para mejorar la comunicación interna.
  • Enviar encuestas de pulso y satisfacción anónimas al equipo periódicamente. Así obtendrás información en tiempo real sobre su estado de ánimo.
  • Impulsar a managers a tener reuniones 1:1 con cada miembro del equipo. Es una forma de construir una relación más cercana. Esto le facilitará a los managers identificar posibles personas con el síndrome del impostor y ayudarlas oportunamente.

5. Fomenta el desarrollo profesional

Fomentar el desarrollo profesional también es clave para acabar con el síndrome del impostor. Al crear un plan de desarrollo para cada empleado, además de darles un norte en su trabajo, los ayuda a analizar mucho más a fondo sobre cuáles son sus debilidades, fortalezas y objetivos a futuro. Además, al asignar KPIs y hacer un seguimiento a este plan de desarrollo, ellos mismos podrán ver como van creciendo y mejorando. ¡Serán conscientes de su propio éxito!

Para lograr impulsar el crecimiento de cada empleado es importante tener en cuenta que un mismo método no funciona para todos por igual. Si no sabes cómo empezar, te dejamos 9 métodos que impulsan el desarrollo profesional de cada empleado. 

6. Fomenta las reuniones 1:1 entre managers y reports

Tal y como mencionamos anteriormente, las reuniones 1:1 entre managers y reports son espacios ideales para crear una relación laboral cercana y de confianza.

Es aconsejable que estas reuniones tengan lugar una vez al mes y que tanto manager como reports tengan una agenda compartida sobre los puntos a tratar. Esto lo hace una gran oportunidad para que los managers hagan algunas para identificar si alguien del equipo padece del síndrome del impostor:

  • ¿Qué te hace pensar que pudiste haber hecho mejor tu trabajo?
  • ¿Crees que al trabajar solo obtendrás mejores resultados?
  • ¿Sientes que debes trabajar en exceso para impresionarme a mí y al resto del equipo?

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Reuniones 1 a 1 para acabar con el síndrome del impostor

7. Instaura un plan para que los empleados alcancen la salud mental

El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que afecta la salud mental de los empleados y puede llevarlos al burnout laboral. Es por ello que para acabar con el síndrome del impostor debemos encargarnos de construir un entorno laboral sano. Estas son alguna buenas prácticas para lograrlo:

  • Promover un equilibrio entre la vida personal y laboral.
  • Ofrecer un plan de beneficios atractivos y útiles para los empleados.
  • Promover un horario flexible y fomentar el smart working
  • Destinar espacios para que el equipo pueda dar feedback sobre la empresa o expresar preocupaciones acerca de su trabajo.
  • Tener en cuenta el feedback recogido de los empleados para mejorar la cultura de empresa. 
  • Organizar team buildings y tener un equipo más unido.

En el caso de que un empleado necesite ayuda especializada porque está siendo muy afectado por el síndrome del impostor, puedes ponerlo en contacto con un psicólogo. Además unos días fuera descanso podrían ser útiles para recargar energías.

8. Fomenta la seguridad psicológica

La seguridad psicológica en el trabajo es el sentimiento de poder hablar sin temor a ser juzgado o impactar negativamente tu imagen en la empresa. Al instaurar diferentes iniciativas para promoverla, ayudas a que los empleados pierdan el temor a expresarse con libertad. Por eso es tan importante saber medir la seguridad psicológica del equipo.

De acuerdo a un estudio realizado por google, la seguridad psicológica es un factor en común en los equipos de alto desempeño. Al promoverla, incentivas a aquellas personas que padecen del síndrome del impostor a hablar de sus sentimientos. Se sentirán más cómodos al hablar de sus debilidades y se darán cuenta que ¡pedir ayuda también es de grandes!

9. Promueve la diversidad, igualdad e inclusión

Desafortunadamente algunos empleados también pueden sentir que no alcanzan el éxito debido a su género o raza, llevándolos a pensar que son impostores. Sí este es el caso en tu empresa debes actuar lo antes posible para que todos se sientan incluidos en el equipo. 

Desde el departamento de recursos humanos jugamos un papel muy importante para promover la diversidad, igualdad e inclusión en todos los niveles de la organización. No es un tema por el cual únicamente preocuparse durante el reclutamiento. En cada una de las fases del ciclo de vida del empleado debes preocuparte por hacer sentir a cada uno que realmente pertenece a la empresa.

Este sentido de pertenencia lleva a aumentar los niveles de employee engagement y por consiguiente la motivación laboral.

10. Usa un software de Employee Engagement

Sabemos que instaurar todos los métodos mencionados requieren de tiempo y esfuerzo. Pero también podemos decir que vale la pena hacerlo. Además de identificar posibles “impostores” dentro del equipo, puedes encontrar otras banderas rojas y actuar oportunamente.

Una gran opción para lograr adoptar estos 9 métodos exitosamente en tu cultura es usando un software de employee engagement. Hacerlo te permite automatizar diferentes procesos como:

  • Recoger feedback y tomar mejores decisiones basadas en datos en tiempo real.
  • Volver el reconocimiento laboral un hábito entre el equipo.
  • Organizar reuniones 1:1, evaluaciones del desempeño y check-ins de forma eficiente.
  • Crear estrategias de employee engagement a la media de tu equipo.

Poco a poco verás como el departamento de RRHH se vuelve más ágil y eficiente. Así podrán concentrar sus esfuerzos en diseñar estrategias que mejoren la cultura organizacional y que al mismo tiempo acaben con el síndrome del impostor y el burnout laboral.